¡Saludos fantasmales a todos!
Siguiendo con nuestra listilla de películas de terror a
través de la historia, entramos a una etapa que personalmente adoro: los
Monstruos de la Universal.
Cuando era morra, solía ver estas películas con mi papá. Él
se sentaba en la sala y ponía las entonces betamax en la cassettera y pasábamos
las noches de los sábados viendo películas de “mostros” mientras comíamos
palomitas y él me contaba detalles del filme.
Con el advenimiento del DVD, mi jefecito me regaló las
películas que más me gustaban. Aun hoy
no puedo ver alguna imagen de estas criaturas sin pensar en papá, y a casi 11
años de su muerte, sigue siendo un vínculo especial que guardo con mi Cabecita
Blanca.
En fin, los Estudios Universal se dieron cuenta de la
importancia de las historias de miedo en las taquillas y empezaron a producir
una serie de películas que hoy conocemos como “La era dorada del terror de la
Universal”, pues nos dieron criaturas como la Momia, el Hombre Lobo,
Frankenstein, el Hombre Invisible, el Monstruo de la Laguna Negra y el favorito
de chicos y grandes – menos anémicos-, Drácula.
Como sabrán, la historia original se la debemos a Bram
Stoker, quien supuestamente se basó en la leyenda rumana de Vlad Teppes “El
Empalador”, y ha sido adaptada al cine sopotocientas veces.
Me podría pasar un mes tratando de entender la filmografía y la fascinación que este chupasangre nos causa, por lo que me concentraré en las películas de Tod Browning y de Francis Ford Coppola (por ser las más conocidas).
La primera es la famosa versión de Bela Lugosi. Este filme
cuenta con todo lo que una buena película de terror gótico debe tener: un
castillo, niebla, telarañas, murciélagos, oscuridad y un villano que es
bastante atractivo.
Pero lo mejor del largometraje es la actuación del húngaro
Lugosi que nos regala momentos épicos del cinema y varias líneas de antología (“I
bid you welcome”, “I never drink…wine”, “Listen to them, children of the night.
What music they make!”). Sus expresiones son terroríficas y atrayentes, basta
un close up a sus ojos pispiretos
para que sientas como que te traspasan más allá del cuerpo y el alma.
Su acento extranjero ayudó a vender la idea de que lo
exótico va de la mano con lo desconocido y sobrenatural, y formarían escuela
para todos los Dráculas venideros.
Esta película afortunadamente cuenta con muchos factores a
parte de Lugosi que la hacen legendaria. Es la primera cinta de terror hablada,
pero como en ese entonces no tenía el concepto de soundtrack, hay muchas escenas donde no hay sonido alguno (lo que
le da un toque “WTF?!”) delicioso. También las actuaciones de Dwight Fry como
Renfield (su risita me causa escalofríos) y de Edward Van Sloan como Van
Helsing son de antología. Algo que sé no
fue tan planeado pero funciona increíble, es el hecho de que la partitura que
acompaña al film es la de “El Lago de los Cisnes” de Tchaikovsky, lo que le da
un ambiente romántico y extraño a la vez.
Esta versión tiene su copia en español que fue filmada de
noche en los mismos estudios por actores mexicanos como Carlos Villarias, Eduardo
Arozamena y Lupita Tovar, y que muchos consideran incluso superior a la versión
estadounidense (su servilleta incluida).
Esta película de Tod Browning es responsable de implantar en
nuestra cultura la figura clásica del vampiro y la definición de Drácula gracias
a Lugosi, quien lamentablemente, ya jamás se pudo despegar del personaje,
siendo incluso enterrado con su capa.
Es por mucho, la mejor de las películas del Conde.
La versión de 1992 es para mí, la segunda mejor. No por los
efectos o los valores que 60 años de avance tecnológico le pueden dar a la
producción, sino por la reinterpretación de la historia del vampiro que la da una
motivación más profunda para atacar: el amor.
La historia de una pasión a través de los tiempos que es a
la vez causa y redención de Drácula me parece fascinante ( ¡y Gary Oldman está
para morirse aquí! *nomnomnom*).
La dirección de arte, la fotografía y la producción son
todas increíbles. Las actuaciones, sin embargo, son bastante dispares. Tenemos
a un excelso Oldman como Drácula quien sostiene un duelo con otro actorazo, Anthony Hopkins, como Van Helsing. En la otra cara de la moneda, tenemos la actuación
aguada y simplona de Keanu Reeves como el “héroe” Jhonas Harker.
Jamás tuvo
oportunidad contra el talento de Gary. Woah.
En fin, Drácula es verdaderamente inmortal. Más de un siglo
de que fue escrita la novela original y las adaptaciones cinematográficas
siguen, y siguen, y siguen. Unas más afortunadas que otras, ciertamente. Ya
solo falta que lo pongan en el espacio… hey, esperen, ¡si eso ya lo hizo el
mega bodrio de “Drácula 3000”!
El Conde trasilvano nos gusta porque nos enseña la bestia
sensual que todos traemos dentro y quisiéramos dejar salir. Esa necesidad de
seducir con una mirada y dominar al que nos atrae con solo desearlo para poder
hincarle el diente y vivir eternamente bajo el cobijo de lo prohibido.
Y eso es chabocho.
Trivia: cuando filmaron la versión de 1931, Lugosi no sabía
hablar inglés, así que se aprendió su papel fonéticamente (como sonaba) en vez
de saber que decía realmente, de ahí su acento y cadencia tan extraños.
Les dejo un par de videines:
Fichas Técnicas
Título: ‘Dracula’
Fecha: 1931
País: EUA
Director: Tod Browning
Actores: Bela Lugosi,
Estudio: Universal Pictures
Título: ‘Drácula’
Fecha: 1931
País: EUA / México
Director: George Melford
Actores: Carlos Villarias, Carmen Guerrero, Lupita Tovar,
Eduardo Arozamena.
Estudio: Universal Pictures
Título: ‘Bram Stoker’s Dracula’
Fecha: 1992
País: EUA
Director:
Francis Ford Coppola
Actores:
Gary Oldman, Anthony Hopkins, Winona Ryder, Keanu Reeves.
Estudio: American Zoetrope.
Mañana: El Prometeo Moderno, Frankenstein.
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